miércoles, 6 de mayo de 2009

hagamos un cuento

Es un relato breve de una historia inventada o real. 
Una historia fantástica, con personajes y lugares inventados por ti. 
Una historia anecdótica, que se basa en un hecho real. 
Relato de ficción poco extenso que utiliza el mínimo número de palabras para transmitir el máximo de intensidad emocional.
Es una narración corta en la que intervienen personajes que realizan acciones en un lugar y un tiempo determinado.

el cuento debe de tener  concordancia entre las partes del mismo inicio desarrollo y final.

debe de ser entendible y enretenido para no bolverse tedioso. 



Sabiduría y prosperidad de Salomón


En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él. 
 Y dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. 
 Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. 
 Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto. 
 Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. 
 Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey. 
 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive.  Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. 
En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. 
 Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre. 
Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.